viernes, 10 de febrero de 2012

Fantasías: El reino de la imaginación



EL REINO DE LA IMAGINACIÓN
  La fantasía que proviene de los ensueños es una creación de la imaginación. Y esta es la fantasía conciente: un pensamiento no seguido de la acción, pues la fantasía en sí es una actividad sexual, una actividad mental fundamental cuyo motor es el deseo no satisfecho en la realidad y que apunta a satisfacerlo. Los proyectos concientes también son fantasías concientes, que sustituyen a la realidad, pero pueden anticipar la acción, afinarla en el regodeo íntimo de lo que puede suceder en los hechos, edulcora y anticipa gozosamente la acción. Desde luego, los ensueños y los proyectos incrementan el deseo sexual. Stenwaga (1980) dice que la sexualidad es la única función en el desarrollo de la personalidad, que empieza por la imaginación, por una representación de lo que puede ser el acto sexual antes de poderlo vivir. Y toda esta serie de representaciones va a ser integrada en toda una red de significados, propia de cada sujeto, para constituir finalmente la imaginación erótica del individuo.
  La fantasía sexual es un ensueño, imágenes que nos acercan al placer, a lo vital y energético, que nos permite ser personas independientes y únicas y estar al mismo tiempo en comunión con los demás. Dice Mancini (1986) que “las fantasías sexuales son uno de los pocos caminos que nos permiten ser libres”. Por eso la fantasía es todopoderosa, se expande hasta el infinito y no tiene límites, pues no los precisa ni hay nadie que los imponga. Por eso, en la fantasía puede pasar de todo. De lo bueno, pero también de lo malo, anotémoslo desde ya. Hay fantasías sexuales excitatorias y hay fantasías sexuales inhibitorias.
  El psicoanálisis dice que las llamadas pulsiones del Yo ceden fácilmente ante el principio de realidad, pero no ocurre así con las pulsiones sexuales: ellas escapan rápidamente por la formación de fantasías, que es un tipo de pensamiento que se ocupa de satisfacer esas pulsiones sexuales en la imaginación. Las fantasías inconscientes que vimos más arriba, sólo pueden expresarse mediante síntomas neuróticos, creaciones artísticas o juegos infantiles. Por definición, no somos conscientes de tener fantasías inconscientes. Pero las fantasías conscientes expresan la estructura mental del sujeto. Boulanger (1975) dice “¿no es toda la vida psíquica la que aparece como tejida sobre la trama de la fantasía?”.
  Por eso, las fantasías sexuales en sí, pueden ser un poderoso instrumento para definir los rasgos de personalidad y de carácter de las personas. Un análisis de las fantasías de cada persona nos revela muchas cosas de la misma, es una suerte de radiografía, tomografía y resonancia magnética al mismo tiempo. “Dime qué fantaseas y te diré quién eres” podríamos decir. Pero aun más. “Si conozco tus fantasías te diré qué eres, qué quieres, cual es tu orientación sexual, tu identidad sexual, tu potencial erótico y tu normalidad o patología mental”. Pero también podemos saber qué tipo de persona te atrae, te seduce, te conquista y te somete, pues la formación del Ideal de pareja que nos inspira a enamorarnos y elegir pareja, se basa en las fantasías sexuales que construimos a lo largo de la vida.
Fuente: Dr. Andres Flores Colombino.- Presidente de la FLASSES

miércoles, 1 de febrero de 2012

SEXO: ES IMPORTANTE ?


SEXO: ES IMPORTANTE EN LA PAREJA?
Todos sabemos que el sexo tiende a ser más importante para los hombres, mientras que las mujeres dan más importancia al romanticismo, pero en general no entendemos por
qué. Sin una comprensión más profunda de esta diferencia fundamental, es común que las mujeres subestimen la importancia que la relación sexual tiene para los hombres y, muchas veces, los tilden de superficiales por desear sólo una cosa.
La mujer empieza a juzgarlos con menos dureza cuando descubre los verdaderos motivos por los que algunos hombres parecen desear sólo sexo. Con un entendimiento más profundo de nuestras diferencias sexuales, basadas en nuestro desarrollo
histórico y nuestro condicionamiento sexual, puede comenzar a entender por qué, para tantos hombres, la excitación sexual es la clave que los ayuda a conectarse con sus sentimientos amorosos y a darles realidad.
Para muchos hombres, la excitación sexual es la clave que los ayuda a conectarse con
sus sentimientos amorosos y a darles realidad.
Es mediante el sexo que el corazón del hombre se abre, permitiéndole experimentar tanto sus sensaciones amorosas como su necesidad de amor. Resulta irónico que sea el sexo lo que permite al hombre sentir su necesidad de amor, mientras que recibir amor es lo que ayuda a una mujer a sentir su necesidad de sexo.
El sexo permite al hombre sentir su necesidad de amor, mientras que recibir amor es lo que ayuda a la mujer a sentir su necesidad de sexo.
Con frecuencia el hombre interpreta mal la verdadera necesidad femenina de romanticismo; puede pensar, en cambio, que ella lo está privando de la relación sexual. Cuando él quiere sexo y ella no está inmediatamente dispuesta, es fácil que él confunda las cosas y se sienta rechazado. No sabe por instinto que, en general, la mujer necesita sentirse amada y románticamente cortejada para sentir su hambre de sexo.
Así como la mujer necesita una buena comunicación con su pareja para sentirse amada y amante, el hombre necesita sexo. Puede sentirse amado de otras maneras, por cierto, pero el modo más potente en que el amor de una mujer puede llegarle al alma y abrir su corazón es mediante una estupenda relación sexual.
JOHN GRAY, Ph.D., es el autor de Los Hombres son de Marte, Las Mujeres son de Venus. Emecé Editores.

lunes, 30 de enero de 2012

La vida...

La-vida

“No te quedes con ganas de nada”



“No te quedes con ganas de nada”

Por Diana Sahovaler de Litvinoff *
“No te quedes con las ganas de nada”, dice el comercial de un producto de primera marca, y así resume la ideología de la época. La oferta de goces y objetos aparece como solución a la falta de respuestas frente al sentido de la vida. Objetos que se enaltecen a expensas de un sujeto que se detiene en su desarrollo y creatividad cuando supone que su angustia existencial es una equivocación.
Al idealizarse el objeto como representación de completud y felicidad, se convierte en modelo de identificación. El hombre quiere devenir ese objeto íntegro, estético, perfecto, contemplarlo y contemplarse en el espejo, en los blogs, Facebook o las filmaciones que sube a Internet, donde su vida puede ser un espectáculo para que otros se fascinen. Busca convertir su cuerpo en ese objeto en los gimnasios, moldearlo con cirugías, fijarlo con piercings y tatuajes, busca ser incorruptible al tiempo y al deterioro del envejecimiento. Y aspira ofrecer esa perfección al otro para completarlo a su vez.
La culpa, actualmente, no se liga al darse el gusto, como sucedía hace no mucho tiempo, sino todo lo contrario: sentimos culpa por no poder alcanzar el grado de placer establecido por el ideario social y las tentaciones personales de cada uno. El placer nunca parece suficiente, la pareja que se elige puede estar impidiendo el acceso a otra mejor, cualquier grado de satisfacción parece poca cosa en relación con lo que se ve en la televisión o en las revistas. Es una característica humana la no coincidencia entre necesidad y satisfacción, que da lugar a un resto que nos hace seguir deseando, pero nuestra cultura incentiva la insatisfacción sistemática.
Todo esto coincide con una sobreoferta comunicacional e informática, a través de los medios de difusión que aportan su interpretación acerca de lo que ellos conciben como la realidad y la verdad, o a través de Internet, que pone a disposición una información sin límites y facilita la comunicación acortando tiempos y eliminando distancias. Los grandes avances tecnológicos y científicos estimulan la fantasía de que todo lo que se desea es posible. No se trata entonces de un medio que prohíbe, sino de uno que ofrece. El placer parece estar a la vista y garantizado a través de la posesión de bienes adquiribles o de vínculos con los que vivir un erotismo desatado de antiguas prohibiciones y miedos ancestrales.
Sin embargo, los deseos están para ser formulados, no para ser cumplidos. El hombre persigue sus deseos pero también teme a su realización, como Aladino aterrorizado cuando, al frotar la lámpara, aparece el genio ofreciéndole la realización del deseo. Y de esto deriva la respuesta fóbica, que se expresa por ejemplo a través del “ataque de pánico”, que es considerado el mal de nuestra época. La fobia es un modo de expresar el miedo; sus síntomas fabrican límites, prevenciones, el sujeto se mantiene alejado del objeto del deseo. El hombre retrocede frente a una oferta de goce que, de realizarse, arrasaría su subjetividad. Podríamos decir que, si bien el objeto ahora está al alcance de la mano, se ha escabullido el sujeto; se ha escondido, buscando protegerse de una realización de deseos que considera excesiva y peligrosa, y frente a la cual se siente pequeño e insuficiente.
Otras veces hace todo lo contrario: se exhibe, sube fotos o videos íntimos, muestra cuánto gasta, enumera sus actividades más banales. Ya que no hay un padre respetado ante quien mostrarse y que se interese, el sujeto exhibirá a millones de ojos virtuales sus movimientos y sus fotos. Parece estar en consonancia con el sexo y la violencia explícitos en la época actual, donde la vida se convierte en un show donde todo puede ser mostrado. El sexo y la violencia, descriptos y graficados en las pantallas y hasta editados para ser comerciados como espectáculo, la aparente falta de angustia que acompaña las imágenes y discursos más descarnados, tanto en el emisor como en el receptor, nos muestran viviendo en una era pornográfica. No nos referimos a la pornografía en su aspecto de placer preliminar, que implica el gusto por mirar y ser mirado, sino a su avance en terrenos reservados a la intimidad y al dolor.
El propósito de llevar la curiosidad y el conocimiento a su saciedad definitiva tiene el efecto de transformar en objeto al que recibe ese trato. La explicitación de la violencia intenta aclarar el enigma del sufrimiento y la muerte, así como la explicitación en la pornografía intenta aclarar los misterios del sexo. Por supuesto, son intentos fallidos. No está todo dicho cuando aparentemente se dice todo, y, en lugar de la culpa, la que aparece como síntoma es la angustia.
* Miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA). Texto extractado del artículo “Internet: refugio o escenario”, cuya versión completa publica en estos días la revista Imago Agenda.

Mujeres...Un poco de humor!



FANTASÍAS DE LAS MUJERES!
1-Que tu ex novio te pida perdón de rodillas.
2-Que tu ex novio te pida que vuelvas con él de rodillas.
3-Que tu ex novio te pida que vuelvas con él de rodillas, ya estés enamorada de otro y le digas que es demasiado tarde.

4-Hacerte depilación definitiva.
5-Comprarte una bicicleta fija para poder hacer ejercicio todos los días (aunque todos sabemos que nadie usa una bicicleta fija una vez que la tiene)
6-Enamorar perdidamente a hombre ermitaño, oscuro y torturado, que jamás se haya fijado en otra mujer. 7-Bajar de peso espontáneamente porque tenés mucho trabajo y te olvidás de comer

8-Que él llame - finalmente - para explicar que el motivo de su silencio era que había perdido tu número telefónico.  
9-Que dos hombres se agarren a las trompadas por vos.
10-Que los diseñadores hagan menos toreritas color naranja alerta para deslumbrar a sus colegas, y hagan más pantalones negros para deslumbrar a sus clientas.
11- Poder tocar el control remoto alguna vez.
12-Tener un admirador secreto.  
12-Que tu primer novio (quien probablemente ya tuvo muchas novias, una esposa, hijos y nietos) haya estado siempre enamorado de vos.
 13-Hacer un pacto con el diablo y –sin importar lo que comas- no volver a engordar nunca más.
14-Cada vez que estás menstruando y te duele la panza: que te extirpen el útero, que te aten las trompas, o incluso que te vacíen toda y por supuesto que a ellos les venga tambien!

15-Poder usar remera sin corpiño y que todo quede en su lugar.
16-Comprar compulsivamente sin preguntar los precios, llevar cada prenda en varios colores y, cuando llegás a tu casa, desparramar todo sobre la cama para mirarlo.
17-Usar los más viles aros de lata, alambre de púa o chatarra repujada y que no te den alergia.

18-Cambiar a un hijo de puta!! (No lo intenten, es imposible)
19-Ser la más linda de una fiesta, de la universidad, de un grupo de amigos, o -aunque más no sea- de la familia.
20-Dejar de perder la lima de uñas, la pincita de depilar y el alicate una vez por semana.
21-Tener un vestidor o un placard con organizador para zapatos.
22-Encontrarte con el hombre que te rompió el corazón justo cuando estás más flaca, más linda y mejor vestida. (Hecha una perraaaaaaa)

23-Empezar el gimnasio, ir a correr, o a clases de natación, y mantener esa rutina durante años.
24-Descubrir qué clase de enferma mental sigue diseñando corpiños con la taza en punta.

25-Cada vez que salís un sábado por la noche con amigas: conocer al amor de tu vida.
26-Saber a dónde van a morir las tapas de los tupperwares.
27-Que esa infeliz que habla todo el día de lo perfecto que es su marido, se entere de que es "cornuda".

28-Que tu pelo se mueva como en la publicidad de “Pantene“.
29-Poder detectar qué zapatos te van a mutilar los dedos antes de comprarlos.
30-Encontrar a los tarados que diseñan bikinis para explicarles que la parte de abajo y la de arriba rara vez le sirven a la misma mujer.
31-Cuando tenés una cita: que si el hombre resulta ser un imbécil, te reintegre el dinero que invertiste en peluquería y vestimenta.
32-Que el talle “M” sea siempre “M” de “medium” y no “M” de muñeca Barbie.
33-Que alguna vez ellos contesten la pregunta “¿En qué estás pensando?”.
34-Tener un cuerpo perfecto para poder tirarte encima cualquier trapito de oferta.
35-Que los poros finalmente se cierren, que las estrías se borren, que las puntas del pelo se regeneren, que la celulitis se alise, que los brazos se tonifiquen, que la panza se endurezca y que la cola se levante sin hacer demasiado esfuerzo..
36-Que la empleada doméstica deje de meter tus corpiños con aro en el lavarropas.( y tener empleada domestica)
37-Volver a ser soltera.
38-No ser la última de la familia en casarte.


Publicado en Igoo.